Documento de posición de los Estados Unidos de América.
Medidas urgentes y necesarias para hacer frente al cambio climático.
Los Estados Unidos de América conforman una república federal constitucional soberana de 9,83 millones de km², representando a más de 316 millones de habitantes americanos. Se compone por 50 estados y un distrito federal, Washington D.C. Ubicado en América del Norte, limita con México al sur, Canadá al norte, separado de Rusia al este por el estrecho de Bering y linda con los océanos, Pacífico, al oeste y Atlántico, al este.
Su presidente electo es Barack Obama. La economía de los Estados Unidos es la más grande del mundo, con un PBI de $15,7 billones de dólares, ocupando una cuarta parte del PBI mundial nominal. Como miembro fundador de la ONU y sede de la firma de la Declaración de las Naciones Unidas, se compromete a tomar medidas en el tema que nos concierne esta reunión.
El cambio climático es un fenómeno propio de la naturaleza que transcurre en periodos extensos de tiempo. Sin embargo, desde el siglo XIX, la acciones humanas fueron las principales causantes de los cambios climáticos, que afectan y cambian drásticamente la temperatura de la tierra, afectando negativamente la economía y la vida. La Convención Del Cambio Climático (CMNUCC) busca crear un debate y negociaciones con respecto a la reducción de gases de efecto invernadero. La Convención reconoce la responsabilidad por parte de todos los países de frenar el cambio climático, así como también reconoce históricamente que los países de alta renta eran los mayores generadores de este proceso. Esto cambió, sin embargo, en los últimos 30 años. Los países en proceso de industrialización han igualado las emisiones de dióxido de carbono de los ya industrializados. En conjunto, estos países emergentes generan un 60% de las emisiones totales del planeta.
Los países industrializados, donde Estados Unidos se ubica, producen una cantidad fija de gases de efecto invernadero. Nuestro país presenta un mayor crecimiento en los sectores terciarios, como la educación, la comunicación y la informática, y en menor medida, en la industria y el transporte, actividades conocidas por ser las que más contaminan y arruinan nuestro planeta. Por otra parte, Estados Unidos y los países miembros de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos) presentan un crecimiento del PBI per cápita pero sólo un 10% más de consumo de energía. Las economías emergentes de Asia y América Latina presentan un fuerte crecimiento de su PBI pero además, un fuerte aumento en el consumo de energía, sumado a que este gasto se produce mayormente en los sectores industriales y de transporte, debido a su progresiva industrialización.
Nuestra economía sostiene a una gran parte de la economía mundial, por ende, no puede verse afectada, ya que damnificará fuertemente a las emergentes en un efecto dominó. Estados Unidos podría innovar en un modo de producción de energía, pero en caso de que éste no funcionase, seríamos los responsables de un nuevo problema mundial y no podemos permitirnos un fallo a estas alturas del cambio climático. Sin embargo, en nuestro país ya se invierte 15 mil millones de dólares anuales para promover la implementación de energías limpias en el sector privado, e invertirá en los próximos años fondos públicos de 1.000 millones de dólares para la fomentación del uso de energías alternativas. Si se lograse constituir una nueva manera de obtener energía limpia y no contaminante, la implementación de esta a todo el territorio estadounidense sería de magnitudes billonarias que no podemos afrontar. Además, las inversiones para la reducción de CO2 a nivel nacional impactarán en la economía mundial, por lo cual es una opción poco viable y una medida drástica que todavía no hay necesidad de emplear. Estos puntos recién mencionados significan que Estados Unidos tampoco será capaz de contribuir con una suma elevada de dinero para cumplir las metas de la ONU en relación al cambio climático.
Las economías y estados emergentes quienes no se encuentran en un proceso avanzado de industrialización son las más propensas y capaces de realizar cambios significativos al freno del cambio climático sin afectar economías externas a las suyas.
Estados Unidos propone:
La disposición de medios y herramientas necesarias por parte de organismos internacionales para posibilitar el cambio de producción de energía de las economías emergentes.
Continuar con la propuesta nacional de situar las emisiones de 2020 en las de 1990 y reducir el aporte de estas en un 80% para el 2050. Además, permanecer con los acuerdos millonarios para fomentar y promover el uso de energías limpias y alternativas.
Invitar a otros países industrializados a implementar propuestas y leyes nacionales a largo plazo de la misma magnitud, para poder mantenernos debajo del límite de los 2º C, que en caso de que aumentaran, provocarían desastres mundiales mayores a los actuales.
Implementación de políticas duras contra las empresas o países que no respetan los niveles acordados de emisiones.
La creación de un nuevo acuerdo internacional que no desfavorezca a ninguna de las economías en el que podamos, finalmente, entre todas las naciones unidas, concluir y progresar para hacer frente al cambio climático.
Discurso de los Estados Unidos de América.
Medidas urgentes y necesarias para hacer frente al cambio climático.
Honorable Mesa, Compañeros Delegados:
El gobierno de los Estados Unidos saluda cordialmente a los delegados y delegadas presentes y les agradece la constante labor realizada por cada uno por solucionar los conflictos que nos conciernen hoy.
Nuestro país se ocupa fielmente y sin descanso de implementar en el territorio americano recursos alternativos de energía para disminuir el cambio climático. Sin embargo, debemos resaltar que estos cambios no pueden ser implementados en gran medida, debido al efecto negativo que produciría en nuestra economía, la cual representa un cuarto del PBI mundial. Los Estados Unidos sostienen a una gran parte de la economía mundial, por ende, la nuestra no puede verse afectada, ya que damnificará fuertemente a las emergentes en un efecto dominó.
Los Estados Unidos de América insitamos a los países en vías de desarrollo, quienes en conjunto son los mayores productores de dióxido de carbono actualmente, a implementar otros modos de producir energía para no agravar la situación actual del planeta. Proponemos que organismos internacionales aporten medios y herramientas a las economías emergentes para un cambio en sus producciones de energia.
Por otro lado, nos comprometemos a continuar con las propuestas e inversiones nacionales de utilizar energías alternativas e invitamos a los demás delegados de países industrializados a implementar leyes y propuestas en contra del cambio climático en sus territorios.
Advirtiendo la magnitud de este problema global, manifestamos la urgencia de tomar políticas duras y sancionar a las empresas y países que no respeten los niveles acordados de emisión de gases.
Por último y como parte de estas medidas, aspiramos a la creación de un acuerdo internacional que proponga una solución al cambio climático sin desfavorecer a la economía mundial.
Agradecemos a la Mesa el tiempo otorgado.
